Efectividad de las respuestas de los países de la OCDE al Covid-19
El Informe para el Desarrollo Sostenible 2020 (SDR2020) revisa la evolución de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (SDGs por sus siglas en inglés) y en su primera parte incluye el impacto del Covid-19 en estos objetivos (SDGs) y la recuperación de los países.
El informe ha sido elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y la Fundación Bertelsmann y publicado por Cambridge University Press. En la primera parte del informe se revisa cómo los gobiernos han respondido a la crisis de salud y se describen lecciones aprendidas para las autoridades de salud pública, los gobiernos en general y el público. Elaboran un índice (tabla 1, pág 20) para medir la efectividad de las respuestas tempranas de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) al Covid-19 que integra consideraciones de salud y económicas.
Un bajo rendimiento en este índice (España queda en el último lugar) no significa necesariamente que los países no hayan respondido adecuadamente al brote de Covid-19 en las circunstancias que se enfrentaron.
En países donde faltaban equipos de protección individual (EPI) (por ejemplo, mascarillas) y kits de prueba y donde las capacidades en las unidades de cuidados intensivos eran más limitadas, probablemente se requirió un bloqueo más estricto y prolongado para contener la propagación del virus y reducir las tasas de mortalidad. Sin embargo, también se resalta cómo algunos países que estaban mejor preparados (por ejemplo, Corea del Sur) lograron afrontar el brote de la enfermedad de manera más eficiente hasta el momento, mediante pruebas, rastreo y aislamiento de casos de Covid-19 rápidamente confirmados y mediante el uso inmediato de EPI entre la mayoría de la población, lo que ha sido de gran ayuda para mitigar los impactos económicos negativos.
Además de las acciones del gobierno, otros factores pueden explicar las tasas de mortalidad más bajas de Covid-19, como la geografía, la demografía y otros factores contextuales, incluidas las experiencias recientes con brotes de virus.
